En la ciudad de
Apóstoles se encuentra uno de los grandes monumentos hecho en homenaje al
General San Martín. Es el tercero más grande del país según el Instituto
Sanmartiniano y declarado en 2019 como monumento nacional.[1]
Pocas veces se presta atención
a las figuras que se encuentran detrás del prócer reconocido en todo el
continente por su gesta sin igual. El encargado de construir esta obra en la
década de 1980 fue el artista Raúl Delavy y cuando la ideó, la cargó con
elementos simbólicos como se ve: San Martín de pie, la mujer con el torso
descubierto y el cóndor sobre su mano representando la libertad. En este
artículo acentuamos en los granaderos misioneros que forman parte del conjunto
escultórico, ellos son: Miguel Chepoyá, Lorenzo Napurey y Santiago Guaichá. En
este texto conoceremos al primero.
Miguel Chepoyá fue un
misionero-guaraní nacido en el pueblo jesuítico de Santa María La Mayor (actual
Santa María ubicado entre los actuales pueblos de Concepción de la Sierra y San
Javier). Se cree que su apellido che - po - yá en guaraní
significa "mi mano te extiendo". La primera información que
aparece de Chepoyá es a la edad de 18, cuando ya formaba parte de las tropas
conducidas por Manuel Belgrano que combatieron en Salta y Tucumán.
Su función era ser
"trompa de órdenes", músico que se encargaba de ejecutar melodías de
mando para hacer conocer a la tropa las órdenes del jefe (montar, desmontar,
atacar, retirarse, etc).
En 1813, Chepoyá se sumó
al Regimiento de Granaderos a Caballo por pedido de San Martín quién buscaba
hombres de "talla y robustez" de orígenes guaraníes, Rivadavia fue el
encargado de tramitar el pedido aclarando además que el Jefe del Escuadrón
quien solicitaba guaraníes era "oriundo de aquel territorio". También se enrolaron
Abucú, Abiyú, Guayaré, Abiyá, entre otros. No era casualidad la búsqueda de San
Martín, las Misiones eran cuna de grandes combatientes y fue la primera zona
del país en adherirse a la gesta revolucionaria.
El rol de Chepoyá fue fundamental y el héroe misionero combatió en todas las batallas por la independencia, desde San Lorenzo hasta Ayacucho, atravesando épicamente la cordillera de los Andes y batallando en terrenos muy adversos y desconocidos, subordinándose a las órdenes de otro gran libertador como Simón Bolívar. Regresó a Buenos Aires en 1826 bajo las órdenes de José Félix Bogado luego de 13 años en los campos de batalla. Se cree que desapareció de la escena siguiendo su vocación como soldado por la libertad en la guerra contra el Brasil en la batalla de Ituzaingó en 1827.[3]
La figura de Miguel
Chepoyá ha tenido poco reconocimiento en Misiones, aunque su nombre se puede
encontrar en diferentes puntos: la Asociación Cultural Sanmartiniana de
Misiones, bautizó con su nombre su biblioteca; en Posadas, una calle lleva su
nombre; en su Santa María natal, en 1990, inauguraron un monolito que recuerda
al prócer y en Alba Posse, un paraje lleva su nombre.[4] En los últimos años
funcionarios públicos e historiadores anhelan que el Sargento Miguel Chepoyá
sea reconocido como “figura histórica de Misiones”.
[1] 23 de enero de 2021. “Declaran monumento nacional a conjunto
escultórico apostoleño”. El Territorio. https://www.elterritorio.com.ar/noticias/2019/12/05/645756-declaran-monumento-nacional-a-conjunto-escultorico-apostoleno
[3] Mónaca, A. 23 de enero de
2021. “La reivindicación que se merece
Miguel Chepoyá”. El Territorio https://cdn.elterritorio.com.ar/nota.aspx?c=7432069083522607
[4] 23 de enero de 2021. “Quieren que se reconozca como “Figura
Histórica de Misiones” al Sargento Miguel Chepoyá”. Noticiero del 6. https://www.noticiasdel6.com/quieren-que-se-reconozca-como-figura-historica-de-misiones-al-sargento-miguel-chepoya/
0 Comentarios