Los ovnis son parte de una mitología que abarca todos los
rincones del mundo. Una de cada diez personas asegura haber visto un plato
volador en algún momento de su vida. La provincia de Misiones está
plagada de casos de avistamiento de naves extraterrestres con tripulantes de
todo tipo. Verdes, azules, rojos, de tres ojos, con tentáculos, etc. Sin
embargo, son pocos los casos que han logrado documentarse. Por suerte para la
ufología misionera, “el caso Zuk” es uno de ellos.
Las décadas del 50 y del 60 fueron el boom de avistamientos
de platos voladores, pero eso no podía saberlo Casimiro Zuk, un soltero de 27
años de edad, que vivía en la chacra 171 de la colonia de Apóstoles, Misiones.
“Yo he visto un plato volador”, aseguró.
¡Creer o reventar!
Fue una noche como cualquier otra. No llovía ni
había niebla. Ocurrió un 23 de agosto del año 1965, cerca de la 1 de la mañana.
Zuk pedaleaba en su bicicleta por la ruta que une el paraje Centinela con la
ciudad de Apóstoles. Al llegar al paso a nivel del
ferrocarril General Urquiza, divisó de pronto sobre su cabeza un objeto
luminoso. Flotaba a una altura de 3500 metros. Ese cuerpo brillante se
encendía y se apagaba por espacio de segundos. Zuk frenó y bajó de su
rodado. En ese instante pudo apreciar cómo poco a poco el ovni se acercaba y
descendía a 400 metros de donde estaba.
Sus ojos no podían creer lo que estaba viendo. Era una
especie de vehículo automotor de forma alargada, con un diámetro aproximado
en su parte central de cinco metros. La altura total de la nave era de 2,50
metros.
Ni verdes ni rojos
“De pronto, comenzó a abrirse lentamente una escotilla de la
que salió una persona de altura normal. Estaba vestida con un traje
parecido al de un aviador (mameluco) que lo cubría desde la cabeza
hasta los pies. El traje despedía destellos luminosos. El individuo caminó unos
pasos como queriendo estirar sus piernas y, rígido, volvió a la nave. Después
de cerrar su escotilla, emprendió vuelo, elevándose en espiral y se sintieron
una especie de bramidos”, contó Zuk.
El caso de Casimiro Zuk es uno más de los tantos
avistamientos producidos en la provincia de Misiones. Según dicen los que saben
del tema, las zonas rurales misioneras invitan a los alienígenas a aterrizar.
Una vez por año alguien observa luces misteriosas surcando el cielo. ¿Antiguas
civilizaciones guaraníes? ¿Embajadores del futuro? Nadie sabe. Lo
cierto es que, 55 años después, “el caso Zuk” está lejos de ser aclarado.
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