En 1891 llega a Santa Ana, Misiones (Argentina),
proveniente del Chaco (Argentina), el naturalista y corresponsal del British
Museum, don Antonio de Llamas, quien empieza a experimentar nuevas técnicas en
la producción de yerba mate, interesándole particularmente su reproducción por
medio de semillas.
Recurrió a sistemas de lavado y al ablande de la cáscara
del fruto que las contiene con arena, soda cáustica, agua de ceniza, diversos
ácidos y otras composiciones de su creación, cada caso en un cajón–vivero
diferente hasta totalizar 17.
Recién en 1896 consigue la germinación de las dos
primeras plantas.
Para 1903 contaba con toda una serie de cajones–vivero
con plantines germinados; por entonces, también habÃa inventado el “cacharro”
(envase cilÃndrico con abertura en la parte superior y con cierre y filtro de
agua para el desagote en el extremo inferior) hechos con material de cartón
semiduro, muy útiles para su posterior trasplante –para plantines individuales y
¡biodegradables!– logrando un total inicial de 5000 plantines de yerba.
Otros que también lograron éxitos similares fueron
Federico Neumann en la colonia alemana Nueva Germania en el Paraguay, también
en 1896, con la germinación; y Don Pedro Núñez, en su establecimiento “Santa
Inés” (cercano a Posadas) en 1904.
Pero quien verdaderamente fue el creador del sistema de
viveros yerbateros y “cacharros de trasplante de yerba” fue Don Antonio de
Llamas.
Cuando se habla de la llamada “historia de la yerba
mate”, o la “historia moderna de la industria de la yerba mate”, De Llamas es
uno de los tantos eternos olvidados.
No hemos relatado aquà el atentado que sufrió contra su
trabajo por parte de los intereses yerbateros de la época (capangas de mensúes
y sus patrones), contra lo que él llevarÃa a Buenos Aires a una Exposición.
Truculenta historia, de la cual por suerte, salió bien librado. Quedará para
otra ocasión.
Construir la “cultura yerbatera”, implicará entre otras
cosas, reconstruir la historia en sus muy diversos aspectos. Una historia sin
favoritismos, sino con realidades.
Hoy, en homenaje a su labor en pos del desarrollo de la
producción de la materia prima que le da vida a la provincia de Misiones y algo
de la de Corrientes, una calle de la ciudad de Posadas lleva su nombre.
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